y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo como persona:
Es creer en él cuando de sí mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando
está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo
de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y
acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha.
Es compartir sus alegrías y regocijarte con él cuando se siente dichoso.
Es disfrutar su compañía sin desear retenerlo ni impedir su vuelo.
sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responder libremente.
0 comentarios:
Publicar un comentario